LA ORILLA DE LAS QUIMERAS
Hoy me he levantado contenta. Bardita dormía a mi lado y un tímido amanecer otoñal empujaba tras la ventana. Mi cuerpo parecía renacido, cargado de energía, como preparado para una fiesta. He salido de la cama sin hacer ruido y he ido a la cocina a canturrear. Aun todo dormía ahí afuera. Pero yo estaba…