EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO, Y LAS MANADAS
Desde que se fue mi hermana Marina me ocurren cosas extrañas. No voy a enumerarlas, son tantas que, si lo hago, lo mismo me llaman para ir al programa “Cuarto Milenio”. Ayer, sin ir más lejos, mientras pensaba en las fiestas navideñas, y en momentos del pasado, sucedió una de ellas: una pared crujió como…