Esto de cumplir años en primavera es estimulante. O te da por llorar o por bailar. En esta época las emociones están desbordadas, la floración nos hace estornudar y tanto pajarito cantando nos pone de los nervios. De cualquier forma, a mí me encanta cumplir años. La alternativa no la veo muy clara. Además, si uno ha tenido el oído atento, se ha ido cubriendo de capas y más capas de sabiduría. ¿Y las arrugas, qué? dice Bardita que está tumbada a mis pies y me mira alucinada. Desde que asistí a un taller de Biodanza, me observa con más atención. Creo que me ve flotando en mi caldo místico y vigila preocupada por si empiezo a levitar.
Me parece que te estás volviendo un poco esotérica, dice. No, Bardita, siempre me han interesado las cosas del más acá, las del más allá y las del medio. Hay muchos misterios en nuestros orígenes, en el planeta que habitamos y en el cosmos. En el mundo de acá, en especial en el político casi todo está muy claro. Sobre todo que en este país estamos sobrados de chorizos. Aunque aun hay algunos misterios por desentrañar. Como qué induce a un asalariado a votar a un partido político que es su enemigo natural, un partido que le va a robar sus derechos, le va a explotar, le va a mentir, va a privatizarlo todo y va a favorecer sólo y exclusivamente a sus amiguetes y sus negocios familiares. Como tantos otros misterios de la humanidad, éste sigue sin resolución. Iker Jiménez debería dedicarle un monográfico. Bardita se pone panza arriba. Ah, sí, dice, el Cuarto Milenio, eso que ya no vemos. Sí, la culpa la tiene el canguelo que pasaba con los fantasmas y sobre todo que inviten a los coloquios a un pederasta confeso. Yo creo que a los pederastas habría que hacerles el vacío social, por mucho que sepan sobre algún tema. Esa es mi opinión, pero algunos amigos me dicen que soy una extremista. Yo no lo creo. En este país el que no va babeando detrás de las procesiones y se permite el lujo de pedir justicia es un extremista. Si no, que se lo pregunten a Ada Colau. Aunque si yo fuera ella me sentiría muy orgullosa. Como ya dije el otro día en el twitter: a veces la grandeza se mide por la estupidez de tus enemigos.
Yo creo que extremistas son los que nos gobiernan, los que nos están llevando a la miseria. Extremistas son las Merkel, los putos mercados y los que amnistían a los defraudadores mientras exprimen a los trabajadores. Tu aura, dice Bardita, está empezando a cambiar de color. No me extraña, es que me ponen de una leche… A ver si a Rajoy se le aparece algún espíritu cargado de santidad en el Vaticano. Barda alza las orejas y pone cara de no entender. Parece, digo agachándome, que Rajoy va a tener una reunión privada con el nuevo Papa, Francisco. Me apuesto algo, le digo, a que va a darle la charla sobre el Opus, que es un clan que sigue moviendo muchos hilos en nuestro país. Como Rajoy es un memo bien mandado, se apunta a un bombardeo. De paso se hace la foto de su vida. Lo que está por ver es si Francisco seguirá en su empeño de sacar la escoba en el Vaticano. La ocurrencia de desentenderse del Opus y de otras cosas le puede costar el empleo. Ya sabemos que la Iglesia es una institución con ánimo de lucro y eso de que le toquen los poderes, no sé yo.
Creo que Barda empieza a aburrirse. Bosteza, se pone en pie y se estira bien antes de retirarse a sus dominios. Me parece, dice al marcharse, que vas a tener que hacer un taller de Biodanza cada semana porque estos políticos te ponen de muy mal humor. Tienes razón, orejitas. Trataré de danzar siempre que pueda, la música hace que uno recupere emociones perdidas y te devuelve tu lado salvaje. Además, durante el taller he descubierto que mi animal totémico es el Dragón. Nada menos. Estas cosas dan mucha vida y ahora, junto a los duendes, que siempre andan jugando al escondite por mi estudio, imagino a mi dragoncito dando vueltas y haciendo acrobacias entre las estanterías. La familia va creciendo, le grito a Bardita. Vale, pero no hagáis ruido, su voz canina llega apagada por la modorra. Duerme tranquila, digo para mis adentros, que yo seguiré juntando verbos y adverbios y adjetivos que le den un poco de color a este tiempo de cambio que nos ha tocado vivir.