El año se termina y atrás quedan miserias y alegrías. En estas fechas, cada uno hace su balance y ve lo malo y lo bueno que los últimos doce meses le haya podido deparar. Yo no suelo hacerlo, prefiero mirar hacia adelante y confeccionar una buena lista de planes, que en su mayor parte no cumpliré. Lo importante es tener ilusiones y alguien a quien querer. En los próximos meses, yo, desde luego, voy a estar muy ocupada: se me ha llenado la casa de duendes y tengo que poner un poco de orden. Algunos han tomado posiciones entre mis libros y la pobre Barda no para de dar dentelladas a diestro y siniestro porque en cuanto se descuida sale un ocupa que le roba su cama. A mí me dan un poco de pena, vienen huyendo de los incendios que arrasan las tierras del Cantábrico. El norte de este bonito país arde. Para alegría de constructores que lo llenarán todo de hoteles y urbanizaciones, muchos de nuestros rincones más hermosos irán desapareciendo. Algo más que hay que agradecerle al gobierno de Rajoy.
- ¿No decías que hoy no ibas a hablar de política?- dice Bardita dando una patada a un busgosu que lleva un rato jugando con su rabo.
- Tienes razón, peluche, ya cambio de tema. Además, como me enrede va ha haber cohetes en todas las direcciones. Nos tienen contentos a derecha e izquierda. Este país no aprende.
- Más cohetes no, por favor, estoy harta de taparme lo oídos para no oír los petardos del barrio.
- No te preocupes, pequeña, ya están a punto de marcharse estas fiestas ruidosas con sus compulsiones consumistas.
La verdad es que sólo he asomado por aquí con la intención de desearos lo mejor para el año que está a punto de empezar. Últimamente me acerco poco a este blog, he estado muy ocupada peinando y repeinando mi nueva novela. Confío en que podréis leerla el próximo año. Ese es uno de mis buenos propósitos para el dos mil dieciséis; lo de bajar barriga ya ni me lo planteo. Veo que Bardita esconde la cabeza entre las patas, no sé si trata de ocultar una risa canina o si algún lepruchino le está tirando de los pelos del hocico.
Feliz 2016, espero que se cumplan vuestros deseos, que tengáis salud, música y buenas lecturas. Y ya sabéis, si tenéis un hueco en casa siempre podéis acoger a un par de duendes de los que se han quedado sin techo, perdón, quería decir sin bosque.